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La revolución agraria III, su influencia social

Martes 31 de octubre 2017 a las 11:30h

El desarrollo agrícola III, su impacto social

En la sesión anterior debatimos ampliamente la situación de España en el siglo XIX, que dada su complejidad, hacía difícil la implantación de las nuevas técnicas agrícolas que empleaban nuestros vecinos.

En la próxima tertulia seguiremos debatiendo, como esta continuada situación política, dificultaba actualizar nuestro campo rural durante muchísimo tiempo, puesto que durante más de 400 años, 200 familias de la nobleza y las propiedades rurales de la Iglesia, controlaban el 90% de la renta rural española.

Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, intentaron resolver este problema, pero el periodo llamado «sexenio revolucionario» seguido de la declaración de la primera República española y la posterior restauración borbónica, no consiguieron de ninguna manera, el éxito deseado.

Sea por la razón que sea, conflictos políticos, altitud de nuestros campos de cultivo, clima, erosión debido a las imprevisibles precipitaciones torrenciales que destrozan las cosechas, los desniveles del terreno o lo que fuere, la realidad es que la revolución agraria llegó a España con unos 100 años de retraso de los principales países europeos.

Como ejemplo podemos citar que a la altura de 1932 únicamente había censados en España 4.084 tractores, 17 años mas tarde, pasada la guerra mundial, sólo había 7.002 vehículos de interés agrícola, y al día de hoy existen operativos 700.000 unidades, que supone, el doble de lo que realmente necesitan las tierras del campo españoles.

De la misma forma que Inglaterra promulgó una ley, casi 200 años atrás, en la que se obligaba a «cercar todos los campos de cultivo» nosotros creamos en 1952 la concentración parcelaria, que tuvo que ser ampliada en 1955, debido a la gran afluencia de demandas de los agricultores.

La sustitución del trabajo físico del hombre, por las máquinas generó un éxodo rural masivo en la década de los 50, donde muchísimos españoles, al quedarse sin trabajo en el campo, poblaron las ciudades donde lo había, Otros muchos tuvieron que emigrar al extranjero para buscarlo. Exactamente lo mismo que ocurrió en Inglaterra 100 años atrás.

También debatiremos la «huida» de la nobleza, propietaria de la mayoría de los campos de cultivo de España, hacia otras inversiones mucho más rentables, como pudo ser los ferrocarriles, la producción de electricidad, la minería, la metalurgia, la construcción inmobiliaria, los bancos, por citar unos cuantos.

Fecha: 31 de Octubre 2017

Lugar: Salon de ActosBiblioteca de El Escorial 

Hora: 11.30 Se ruega puntualidad