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El Oro de Moscú según los documentos desclasificados

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Martes 1 de junio de 2021 a las 11:30h

On-line

 

 

Luis Ximénez Herráiz

Doctor en Ciencias y Doctor en Humanidades

Las sesiones del Foro de Ciencia y Tecnología se venían celebrando en El Escorial con el apoyo de las autoridades de su Biblioteca Municipal. Cuando en marzo del pasado año 2020 la situación sanitaria impidió su celebración presencial, se comenzaron a realizar online. Estas sesiones continúan contando con el apoyo de la Biblioteca Municipal de El Escorial y por el momento en 2021 se seguirá con la modalidad online hasta que cambie la situación y haya posibilidades de volver a las presenciales en función de la disponibilidad de un nuevo local cedido por la Biblioteca.

Vídeo con la presentación

Tras el pobre resultado del alzamiento nacional en Madrid, objetivo fundamental del golpe de estado, pues únicamente se sublevó el Cuartel de la Montaña y algunos oficiales de diferentes cuarteles madrileños, el pueblo en armas, comandado por la Guardia Civil, y la Base aérea de Getafe, contrarrestaron el golpe. Bombardearon el Cuartel de la Montaña primero con propaganda instándoles a la rendición y desmoralización. Tras el caso omiso a los pasquines, después bombardearon con bombas y fuego real, destruyendo todo el Cuartel de la Montaña con el consiguiente fracaso del alzamiento en Madrid.

Capitaneado el alzamiento, por el General Mola, que comenzó en Melilla el día 17 de julio de 1936 a las 5 de la tarde. Su fracaso militar hace que el 20 de julio sea cuando realmente comienza la guerra civil.

El éxito parcial en algunas regiones y la falta de colaboración de muchos militares, leales a la Republica, presentaban un terrible cuadro de larga Guerra Civil.

La internacionalización del conflicto, a pesar del «Acuerdo de No Intervención en España», firmado por Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, la Unión Soviética y 22 países mas, precisó una fuerte financiación de los dos bandos combatientes, que terminó con una descapitalización total de nuestro país.

El Banco de España, que quedó en el lado republicano, era un organismo oficial con capital privado. Disponía de 2.202.000.000 Pts. Oro, equivalentes a 5.240 millones de pesetas efectivas, con fecha 18 de julio 1939, lo que suponía la cuarta reserva mundial de oro en el mundo, pues conservábamos los beneficios obtenidos en la I Guerra Mundial y una pequeña parte del oro del antiguo imperio español. El Rankin mundial, de oro, en aquellos años era: EEUU, Francia, Inglaterra y España.

En 1936, el Banco de España estaba constituido como sociedad anónima por acciones con un capital de 177 millones de pesetas, el cual se hallaba distribuido en 354.000 acciones nominativas de 500 pesetas cada una. A pesar de no ser un banco de propiedad estatal, la institución estaba sometida al control por parte del gobierno, quien designaba al gobernador, y el Ministerio de Hacienda nombraba a varios miembros del Consejo General del banco.

Como es sabido, en 1936, el conflicto bélico español. era un molesto inconveniente para Europa. Francia e Inglaterra, quienes decidieron mantenerse neutrales y no apoyar a ninguno de los contendientes. Stalin por su parte, duda sobre una intervención directa en España, puesto que pondría en peligro el difícil equilibrio de la diplomacia soviética en Europa. Tenía mucho cuidado en no implicarse oficialmente.

A partir del 20 de julio de 1936, convencidos que la guerra seria larga, los sublevados realizaron hábiles negociaciones simultáneas en Francia, por una parte, y a través de emisarios en Roma y Berlín por la otra, para solicitar apoyo de material de combate. Con estas iniciativas, dio comienzo la progresiva internacionalización del conflicto.

A finales de julio de 1936 llegan los primeros aviones alemanes para las fuerzas rebeldes: 11 bombarderos Junkers 52, de último modelo. Dio la orden de envío directamente Hitler, el 25 julio de 1936. Los italianos, el día 30 de julio, mandaron 12 bombarderos Saboya, que eran magníficos, pero no estaban bien preparados para su entrada en combate.

Los aviones inmediatamente, el 5 de agosto, se dedicaron a trasladar el ejército destacado en Marruecos, a la península, en un formidable puente aéreo. Fueron importantes los suministros, a crédito, de empresas norteamericanas, petróleo y camiones Ford a favor de los sublevados.

Por su parte, el gobierno republicano tenía sus cuentas bloqueadas en Londres y Paris. Consecuentemente necesitaba empezar a vender el oro de sus reservas. El 25 de julio, vía aérea, se envía a Francia oro para comprar francos y gastarlos en comprar armas. El 8 de agosto llegan los primeros aviones, para el gobierno de la Republica. Eran modernos, pero no eran útiles para combatir, pues no tenían armas.

Stalin envía antes a sus hombres que las armas. El 22 de agosto de 1936 Rusia aprueba enviar una delegación diplomática a España. Cinco días después presentan sus credenciales a Manuel Azaña. El 4 de septiembre, se intensifican las relaciones con el gobierno ruso, controladas por el socialista Largo Caballero.

Juan Negrín, ministro de hacienda, se hace responsable de la financiación de la guerra. El nuevo gobierno, con dos carteras para el partido comunista, toman la decisión de trasladar las reservas en oro, del Banco de España, el 13 de septiembre de 1936. El objetivo, en principio, era salvar el oro del enemigo. La decisión fue secreta. Este hecho era absolutamente ilegal, pero en guerra los gobiernos se adaptan a cualquier circunstancia, promulgando nuevas leyes. El día 14 de septiembre, se reúne el Consejo de Administración del Banco de España, para estudiar la nueva situación gubernamental. Los representantes de los accionistas se niegan a aceptar la orden, pues es su dinero.

Por orden gubernamental, mientras se realizaba el consejo, ya habían empezado a ejecutarse el mandato de transferencia del oro. Se forman tres equipos de trabajo para la operación, uno de funcionarios de banca, otro del sindicato de tranvías y otro de carabineros, que controlaban ya el futuro traslado del oro.

En la estación de Atocha, el día 15 de septiembre, a las 11 de la noche, en una operación ultra secreta, sale el primer convoy cargado con el oro en dirección al puerto de Cartagena. Al día siguiente, el 16 de septiembre, en Hellín, el exceso de peso calienta los cojinetes y el tren sufre una avería. Las cajas con el oro son trasladadas a tres trenes, situados en Alcázar, la Roda y Hellín. A las 5 de la tarde, la primera remesa de oro llega a la gran base naval de Cartagena, muy protegida por las fuerzas republicanas.

Como consecuencia de todo esto, el 16 de septiembre de 1936, nace en Rusia la Operación X, que consiste en el envío de armas para la Republica Española. El 26 de septiembre Stalin da la orden de salida de la carga, pero con una condición, el armamento no puede tener ninguna señal de procedencia soviética, puesto que es uno de los 27 firmantes de la No intervención. A Stalin le preocupaba que Franco venciera y ocupara el flanco sur de Europa, en alianza con Alemania e Italia.

En Cartagena, 10.000 cajas de madera de pino se alinean en los polvorines 136, 137 y 138, que la marina tiene excavados en la bahía de la Algameca. Cartagena se convierte desde ese momento en la sede del Banco de España.

A partir de esas fechas los envíos de material bélico, procedente de la Unión Soviética, son continuados y están perfectamente documentados. El petrolero español, Campeche, será el primero en salir el 26 de septiembre, del puerto de Teodosia, en el mar Negro, lleno de fusiles y ametralladoras, hacia Cartagena. Más adelante vendrán 60 aviones con sus pilotos, llegando a lo largo del mes de octubre, a bordo de 6 barcos más, los Katiuskas y los Chatos, necesarios para contrarrestar la aviación de Franco, unas 5 veces superior en aquellos momentos. Con la imprescindible ayuda soviética, pagada por adelantado, empieza el proceso de dependencia y el ascenso de los comunistas en el gobierno republicano. 

El 15 de octubre, Franco publica un comunicado en el Heraldo de Aragón donde denuncia la expoliación del oro y protesta ante los gobiernos occidentales.

El mismo día 15, el presidente del gobierno, Largo Caballero y Juan Negrín toman la decisión de trasladar a Moscú todo el oro almacenado en el polvorín de la Algameca. Esta decisión hará que la Republica, en adelante, dependa ya de los deseos y conveniencia de Moscú.

El 23 de octubre, en la Algameca, durante 3 noches, conductores de tanques y españoles de confianza de la Republica, trasladaron 7.800 de las 10.000 cajas llenas de oro, allí custodiadas. El 25 de octubre de 1936, el 75% de nuestro oro, abandonaba definitivamente tierra española. Cuatro barcos soviéticos trasladaron las reservas de oro españolas. A bordo de cada barco iba un funcionario del Banco de España. Su destino Odesa, donde llegaron el 2 de noviembre tres de los cuatro barcos rusos. El oro es transportado a un tren blindado, fuertemente protegido, con dirección sin paradas a Moscú. El 6 de noviembre llega a Moscú y es trasladado, por las noches, al depósito de metales preciosos de Rusia. Stalin felicita personalmente a los responsables rusos y republicanos por el éxito de la operación.

Con el oro en casa, lo que supone un pago por adelantado, las condiciones comerciales para la compra de armas, está muy polarizada hacia la URSS. Ellos fijan los precios y todas las condiciones. No solo se pagan las armas, también los entrenamientos en el manejo de estas, los asesores militares y los salarios de todo el personal militar desplazado a España. Los aviones que nos enviaron eran de la máxima tecnología, capaces de enfrentarse a la aviación alemana, facturándolos a precios superiores a los del mercado. Toda la artillería enviada, era muy antigua y procedía en gran parte de la I Guerra Mundial, facturándola, como nueva a precio de mercado.

La ayuda soviética se convirtió en un buen negocio para la URSS, donde la Republica no podía controlar nada, puesto que el dinero estaba ya allí. El futuro de la causa republicana dependía exclusivamente ya de la URSS. España se vio obligada a realizar, desde entonces, una política coincidente con los intereses de Moscú.

El 16 de febrero de 1939 Juan Negrín le pide a Stalin más armas para la Republica. Pero, ya no queda ni un gramo de las 510 toneladas de oro español. Este hecho, mas sus acuerdos con Hitler, presagian claramente la caída de la Republica española.

El 25% del oro restante, en viajes sucesivos, se enviaba a Francia. Francia no nos vendía armas, cumpliendo sus compromisos internacionales, pero no tenía inconveniente alguno en cambiar nuestro oro, por francos, moneda ideal para afrontar pagos militares con otros países.

 

La tertulia, en formato TELEMÁTICO(*), será:

Martes, 1 de junio de 2021

Hora: 11:30. Se ruega puntualidad.

 (*) El enlace a la conferencia para el acceso mediante plataforma ZOOM será enviado a los socios, en el recordatorio semanal

 NOTA:

Dadas las condiciones de confinamiento que sufrimos por la pandemia del virus SARs-COV-2 causante de COVID-19, las tertulias se celebran a través de la herramienta de conexión virtual «ZOOM».

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