La fascinación por la ciencia
Martes 22 de enero 2019 a las 11:30h
Ponente: Luis Ximénez Herráiz
El protagonista de esta tertulia, será un interesante popular documental que recorrerá una buena parte de nuestras vidas.
El hombre de principios del siglo XIX, de pronto se vio sorprendido por algo que sólo unos pocos podían controlar. Un desarrollo científico, increíblemente imparable, que la tecnología hizo posible ponerlo al alcance de una gran parte de la población.
La implantación del vapor aplicado a la agricultura conformó un tremendo cambio en el mundo rural, con mucho, la población mas numerosa. Los tractores cambiaron la agricultura aumentando su producción.
El ferrocarril, desbancaba a los medios de transporte tradicionales, acercaba a los vecinos próximos, aumentando su mercado donde poder vender los nuevos excesos de producción agrícola.
La aplicación práctica del “fenómeno eléctrico” en sus diferentes aplicaciones, revolucionaba las mentes más avanzadas de la época. La exposición universal de París de 1889 abrió la puerta a la comercialización de numerosos descubrimientos científicos, poniéndolos a disposición de los consumidores.
Pero la ciencia no sólo trajo cosas buenas, también puso en evidencia su utilización en temas militares. La Primera Guerra Mundial fue un excelente campo de experimentación para el rápido exterminio del enemigo, generando un número de muertes inmenso.
El periodo “entreguerras” supuso un gran desarrollo de la ciencia y la tecnología. El ferrocarril, la telegrafía, la telefonía, la radio, la iluminación eléctrica, el cine, el automóvil…, revolucionaron el mundo laboral y social a niveles inimaginables. La población del campo “huía” a la ciudad en busca del trabajo que le habían quitado las nuevas máquinas agrícolas.
En estos años, el teléfono sorprende al mundo. Paulatinamente la tierra y el mar se van llenando de cables de cobre que conducen las palabras, poniéndonos en comunicación unos con otros, incluso a grandes distancias. La implantación de la radio, en la mayoría de los hogares, nos permite conocer otras culturas muy diferentes a las nuestras, que poco a poco, vamos comprendiéndolas y adaptándolas a nuestras costumbres cotidianas.
Las continuas aplicaciones de la electricidad, ahora ya, en multitud de nuevos campos, nos genera una nueva necesidad, la producción de grandes cantidades de recursos energéticos.
La Segunda Guerra Mundial acelerará el desarrollo científico y tecnológico, aumentando su poder de destrucción, permitiéndonos posteriormente, utilizar toda esta tecnología, con fines pacíficos.
Se consolida la aviación, revolucionando el transporte, tanto de personas como de mercancías, poniéndonos al alcance de la mano el desplazamiento por el mundo, casi de una forma rutinaria.
El transporte marítimo cada vez se realiza con barcos más grandes, permitiendo distribuir las mercancías por todo el mundo, a un precio razonablemente económico. Los nuevos “cargueros” revolucionan el transporte por vía marítima.
La televisión irrumpe en nuestras casas, primero en blanco y negro y poco después en color. Nos enseñó las costumbres de otras gentes muy alejadas de nosotros, dándonos la oportunidad de ver sus caras y sus sentimientos, tanto los buenos como los malos. Ahora las guerras y la miseria, las tenemos presentes a diario en el televisor de nuestro salón.
El automóvil se hace presente y todos luchamos por tener “coche” como un signo de distinción social.
La necesidad de generar energía para poner en marcha la maquinaria instalada, nos conduce al desarrollo de la energía nuclear, no sólo con fines militares, sino ahora, como recurso energético de alta potencia. Aparecen los reactores nucleares que generan energía eléctrica a un precio aceptable y mueven los grandes motores que precisa la navegación marítima.
Se lanzan al espacio satélites artificiales que potencian la comunicación, tanto verbal como con imagen.
Las ciudades cada vez se fueron haciendo más grandes. Muchos de sus moradores tuvieron que establecer su residencia habitual en lugares alejados de su centro de trabajo. Consecuentemente las carreteras nos acompañan durante una considerable parte del día.
Pero también aparece la contaminación de tierra, mar y aire. Los residuos empiezan a preocupar a todos los ciudadanos.
La informática irrumpe en nuestras vidas sin proponérnoslo. Internet empieza a presidir nuestra vida, proporcionándonos numerosas ventajas, así como grandes peligros.
El mundo cada vez se va haciendo más pequeño. Conocemos más unos de otros. Paulatinamente las diferentes culturas de las naciones de la tierra, empiezan a fundirse aprovechando las ventajas de cada una de ellas. El mundo empieza a ser “una aldea global”.
En fin, la ciencia y la tecnología han resuelto numerosas dificultades, pero también hemos generado otras nuevas, acompañandonos a diario y que cada vez, tienen más difícil solución.
Pero el hombre, soñador desde el principio de los tiempos, sigue desarrollando nuevos conocimientos científicos que nos permitan enfrentarnos unidos, a nuestro destino.
Fecha: 22 de Enero 2019
Hora: 11,30 horas. Se ruega puntualidad.
Lugar: Biblioteca Municipal (Plaza de España nº 7) de El Escorial.
Podéis venir con vuestros amigos.