La obra de arte es fundamentalmente un sueño, proviene de él. Su enriquecimiento técnico se lo brinda la realidad consultada.
El artista es el ser más social y solidario que existe, pese a su soledad y retiro, jamás es indiferente ni se abstrae del dolor universal y de sus injusticias.
Comparar a un artista del Renacimiento con cualquier nombre actual es como si se comparase una almeja con una ballena.
Origen: Francisco Hernández