La Novena sinfonía
Ponente: Juan Manuel Alonso
Jueves 5 de marzo 2020 a las 18:30h
Ciclo 250 aniversario del nacimiento de Beethoven
Ponente: Juan Manuel Alonso. Director de la Orquesta Carlos III
Seguimos con el ciclo de conferencias dedicadas al genio de Bonn, Beethoven, en el 250 aniversario de su nacimiento, que se cumplirá en diciembre de 2020.
La conferencia ha tenido lugar el jueves 5 de marzo, a las 18h30 horas en el salón de actos de la Casa de Cultura de San Lorenzo de El Escorial, calle Floridablanca 3.
9ª Sinfonía Beethoven
Contexto Histórico.
1804 –1815 Napoleón triunfa en Europa, es para Beethoven el héroe que trae los nuevos ideales reformistas de la Revolución Francesa. Coincide con el período glorioso de Beethoven, se acerca a su período de madurez, abstracto donde hace y realiza la música que él piensa que debe hacer, pasará de la etapa gloriosa a la grandiosa, su máximo período como compositor.
En 1814 se realiza en Congreso de Viena tras la caída de Napoleón, fue convocado con el objetivo de proceder al reajuste territorial de Europa, es la vuelta del Antiguo Régimen. Beethoven es invitado al mismo, para él quedan desnaturalizados los ideales heroicos de Napoleón.
Los tres periodos. La carrera de Beethoven se divide en tres periodos: temprano, medio y tardío.
1/ El periodo temprano abarca hasta alrededor de 1802,
2/ El periodo medio se extiende desde 1803 hasta cerca de 1814, Es su periodo heroico, tiene como modelo a Napoleón que va a salvar a Europa del Antiguo Régimen. Ya es un compositor muy reconocido, bien posicionado y sin problemas económicos. Su producción había sido hasta la fecha muy elevada, quedando terminada su octava sinfonía.
Y 3/ El periodo tardío va desde 1815 hasta el fallecimiento del compositor.
A partir de esta fecha Beethoven entra en la madurez, la sordera comienza a ser muy elevada (llegó a romper 7 pianos), Napoleón empieza a decaer y en Europa ya no fluye el dinero para los artistas, se reducen al máximo los conciertos. Entabla amistad con el inventor del metrónomo, Johann Mäzel, que le desarrolla un invento conectado al arpa del piano que le permitirá oír lo que esté tocando.
En 1817 recibe el encargo de la Sociedad Filarmónica inglesa para componer una gran obra y le ofrecen 5 libras por ello, después suben algo la oferta, 25, y Beethoven por esa cantidad únicamente puede enviarles una obertura que ya estaba compuesta.
Schindler, un músico austríaco y biógrafo semiautorizado de Beethoven, a quien conoció personalmente en 1814 y se hizo su secretario y factótum en 1820, mientras era maestro de conciertos en el Teatro Josefstaedter. Beethoven estaba ya retirado y aislado motivado por su sordera, Cuenta Schindler que estaban comiendo marisco en una taberna y recibió un anónimo diciendo “Sr Beethoven, no nos prive más tiempo de su música”.
Este hecho causó una gran impresión en Beethoven y puede decirse que fue el inicio emocional de la 9ª Sinfonía.
Le propuso a una editorial dos sinfonías grandes, estuvo componiendo las dos sinfonías, la novena y la décima que no concluiría, terminando la primera en el año 1823, necesitó contratar a un copista para “traducir” sus garabatos, Recibe un encargo de estrenar en Berlín pero finalmente terminaría estrenando en Viena en 1824.
La novena sinfonía:
Primer movimiento, Caos y desolación.
Se ensayó en solo 4 días con una orquesta semi profesional. Contaba por primera vez con un coro, platos, un pícolo y un contra fagot. Duraba 70 minutos cuando lo normal en la época era no pasar de 45 minutos.
Beethoven con esta obra rompe todos los esquemas, el 1er movimiento normalmente era el más importante, en la 9ª no fue así, empieza divagando, no presentando el tema principal. Representa el paisaje desolado del héroe derrotado (Napoleón).
Es una sinfonía que rompe los moldes, aparte de ser la primera coral, y no desarrollar el tema principal, tiene un tema propio que aparece dos veces en el movimiento, con un cambio de tonalidad.
Hubo compositores que imitaron rápidamente la forma de la novena de Beethoven, como Malher en su Titán y Bruckner en la 3ª y la 9ª. Empiezan con una música muy baja y luego explota la orquesta en su conjunto.
Segundo movimiento, Scherzo (Juego) en Re M.
Es alegre, como un juego, también tiene un tema característico. Es un tema parecido a la sexta sinfonía, un homenaje a la naturaleza aunque este movimiento es mucho más alegre.
Se incluyen varios ejemplos de directores ensayando con la orquesta. La orquesta tiene que “escuchar”, escucharse a sí misma, disfrutar de la obra. Esa es la labor del director.
La orquesta tiene que empatizar, moverse en sintonía.
Tercer movimiento, Adagio (lirismo y belleza).
Llegamos a la mayor belleza de la obra, Beethoven desarrolla la belleza más absoluta.
Cuarto movimiento, El himno definitivo.
Melodía sencilla para que todo el mundo la pueda entender y cantar. Retorna al mensaje de Friedrich Schiller, su Oda a la Alegría, ideario masón sobre la felicidad universal. Beethoven da a la humanidad el héroe que lleva cada uno dentro, es su contestación al anónimo que recibió en la taberna que le pidió que no nos privara de su música.
Vuelve el héroe. En la letra del coro ponía originalmente “el mendigo y el rico se abrazarán” pero no lo permitió la censura de la época y quedó finalmente con “todos los hombres”.
Esta es una música simple para que esté a la altura de todos.
Comienza con un recitativo de los violonchelos. Llega entonces el tema del primer movimiento y los chelos “contestan” con desaprobación. Lo mismo ocurre con los temas del segundo y tercer movimiento. Viene una marcha turca y ya el tema principal de la sinfonía. Después la explosión de la música coral, comenzando por el barítono.
Su estreno fue un éxito apoteósico, que el propio Beethoven no se dio cuenta al estar de espaldas al público. Se cayó al suelo y la soprano le tuvo que reincorporar mientras el público daba una ovación extraordinaria, este hecho contribuyó a aumentar mucho su leyenda del mejor compositor de todos los tiempos.
Era el 7 de mayo de 1824, se estrenó en el Kärntnertortheater de Viena sería la cima musical de un genio inabarcable, la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, la Coral, que no es sólo es una de las obras más conocidas y aclamadas del propio compositor, sino también de la historia de la música.
Dura 74 minutos, por eso los CD’s duran 74 minutos para que “entre” la obra, también viaja en el Voyager como uno de los mensaje más elevados de la humanidad.