Julián Marías señala en su “España inteligible”, al hablar de la leyenda negra y la imagen de anormalidad que se atribuye a nuestra Patria, cinco aspectos principales en los que se han centrado muchas fabulaciones, exageraciones y falsedades: nuestro pasado árabe, la Inquisición, la destrucción de las Indias, la decadencia y el mosaico regional; aspectos cuyo matiz peyorativo desmonta a continuación uno por uno, justo antes de dedicarse a narrar la historia de España haciéndola inteligible, conectando con fluidez unas épocas con otras y dando plausibles explicaciones sobre las reacciones habidas, sean o no compartidas por el lector (según Aristóteles, sólo una mente bien educada es capaz de entender las razones de otra mente sin necesidad de compartirlas).

Pues bien, me he permitido la licencia intelectual de añadir a estos cinco aspectos uno más: el de los pronunciamientos militares del s.XIX (que bien podría haber formado parte de la lista de Marías, dada la mala fama que arrastran dentro y fuera de España) y en esta charla me propongo, muy modestamente, tratar de imitar al gran filósofo y ensayista, discípulo de Ortega, haciendo este fenómeno tan inteligible como los anteriores, cosa que ustedes podrán juzgar.

Para ello iré “poniendo puntos sobre las íes” de tal modo que se vaya conformando una visión más completa de las razones que propiciaban tales pronunciamientos (sin justificarlos, ni desde la perspectiva de entonces ni mucho menos desde la actual), el orden de magnitud que alcanzaron, los objetivos pretendidos con cada uno, los signos políticos que había detrás de ellos y cuáles predominaron, el grado de éxito o fracaso alcanzados, etc. haciendo especial hincapié en aquéllos que fueron más decisivos pues cambiaron el complicado panorama político español de aquel siglo, aunque fuera por poco tiempo antes de volver a cambiar.

Es deber moral del historiador, y de cualquier aficionado a la historia, contextualizarlo todo para aproximarse lo más posible a la verdad de lo que ocurrió. Por lo tanto, me basaré todo lo que pueda en el contexto histórico de cada momento y no me entretendré con los detalles ya que asciende a 52 el número de casos que contempla la base de datos que he confeccionado con el fin de extraer conclusiones válidas (la razón de tan elevado número es que junto a los pronunciamientos militares he incluido otros hechos similares, también convulsos y, además, casi todos los intentos fracasados de unos y de otros).

CURRICULUM ABREVIADO:

Es Teniente General (retirado) del Ejército del Aire. Tiene numerosos cursos de pilotaje y navegación, y de técnicas diversas (en España y el extranjero). Es doble diplomado de Estado Mayor (por España y por la OTAN).

–   Ha pasado 31 años pilotando aviones (de 1, 2, 3 y 4 motores) por todo el mundo excepto Oceanía. De esos años, los últimos cuatro fue piloto privado de SM el rey, volando también a otros miembros de la familia real y del gobierno al completo.

–    Amplia experiencia en gestión de bases aéreas y en labores de estado mayor (tanto de aviación como de los tres ejércitos conjuntamente) principalmente en temas de planificación del futuro y relaciones internacionales (incluyendo procesos de negociación). Ha sido el representante español en numerosos foros e, incluso, ejercido varias veces como secretario general de organismos militares internacionales; la más importante ocasión en que ha representado a España, ya como teniente general, ha sido al más alto nivel en los comités militares de OTAN y Unión Europea (sus 3 últimos años en activo). Idiomas: francés e inglés.

–    Tiene 16 condecoraciones en total: que son civiles (encomiendas Carlos III e Isabel la Católica, entre las principales) y militares (tanto españolas -entre ellas dos grandes cruces- como extranjeras: Francia, Portugal, Chile, Colombia y Arabia Saudí).