José Martí dijo algo así: Si no escribimos algo digno de leerse, hagamos algo digno de escribirse.
SE ES LO QUE SE COMUNICA. Las palabras conforman mi pensamiento.
Las palabras que elijo relatan la persona que soy. Cada una de mis palabras puede tener consecuencias.
Vídeo con la presentación
Hola, amigos: Llegamos al final de este curso tan extraño en nuestro Ateneo Escurialense. Hemos tenido multitud de conferencias, nos han hablado, hemos escuchado y aprendido. Tengo la esperanza de que todo ello nos ha enriquecido nuestro vivir de cada día.
Hoy os invito a reflexionar un poco sobre todo lo que hemos vivido, sobre nuestro hablar y escuchar, sobre la comunicación. Al fin y al cabo, si lo pensamos bien, somos comunicación.
Os esperamos a todos es esta sesión de cierre del foro de filosofía en la esperanza que el próximo curso podamos vivir lo que en este pasado nos ha estado vedado.
Muchas gracias. Esta es una reseña de la sesión, que como sabéis es un pretexto para que todos nos comuniquemos.
Un saludo cordial.
El ser humano está condenado a conocer la realidad no directamente sino a través de ese rodeo que son las palabras que lo interpretan.
Todas las personas sin excepción poseen por fuerza una interpretación del mundo. Las palabras son un puente. Elijo las palabras para comprender, hacerme entender, acercarme a los demás.
Las ideas se pueden debatir, discutir, las personas se deben respetar. No convierto en enemigo al que hay que eliminar a quien sostiene ideas que no comparto. No siempre tengo la razón.
Los insultos no son argumentos. El silencio también comunica. Sé callar.
Todo cuanto vemos, oímos, palpamos o saboreamos lo perciben nuestros sentidos, mediado por el lenguaje.
No existen las sensaciones puras porque éstas nos vienen ya interpretadas por las palabras que usamos para designarlas.
Vemos aparecer la figura de una persona querida y nos decimos: “Ya ha venido mi amigo”.
CURRICULUM ABREVIADO DEL CONFERENCIANTE: Doctor en filosofía y licenciado en psicología. Autor de varios libros y presidente fundador del Ateneo Escurialense