El contrato de cambio marítimo: regulación mercantil
Vídeo con la presentación
La idea central de esta charla es la de presentar el problema que planteaban las relaciones mercantiles por vía marítima; sobre todo las de gran distancia, como serían las que se llevaran a cabo con las Indias, tanto orientales como occidentales. Era necesario una reglamentación adecuada que garantizase toda operación de fletes navales para conseguir la recuperación de sus inversiones, tanto del principal como de los intereses, así como el coste de asegurarlas financieramente.
El viaje de Vasco de Gama doblando el cabo de Buena Esperanza al sur de África, llegando a las Indias por mar, y el descubrimiento de las Indias Occidentales por Cristóbal Colón dieron lugar al comienzo de una era no sospechada por los mercaderes y navieros de toda Europa. Si bien es cierto que fueron los reinos de Portugal y de España los que comenzaron dicha epopeya, bien pronto les siguieron el resto de países europeos. con espíritu de emular las hazañas y los negocios conseguidos por los primeros colonizadores de las nuevas tierras por explotar. Inglaterra, Holanda y Francia principalmente fueron los países que continuaron las aventuras mercantiles usando todos los instrumentos que tenían a su alcance para competir, legal o ilegalmente con los dos primeros. El acuerdo conseguido por España y Portugal, mediante el Tratado de Tordesillas con la intervención autorizada del Papa de Roma, marcaba los límites de actuación por parte de uno y otro de los dos competidores en la exploración naviera. Pero eso no fue un impedimento para el resto de los países. En cualquier caso, era necesario regular dicho comercio marítimo, dada la gran diferencia que ofrecía comparándolo con el mercado terrestre.
Es importante reconocer el riesgo de partida para las empresas navieras, mercantiles y financieras que llevasen a cabo tamaña aventura. Las tierras por descubrir eran totalmente desconocidas, no existían mapas que informaran de los destinos y tampoco existían los instrumentos necesarios para adentrarse en un océano nunca transitado; sin cartas de navegación ni seguridad de que existieran dichas tierras, ni la posibilidad de negocio, ni la existencia de productos o riquezas esperadas. Es importante partir de este carácter de hipotética empresa con el mínimo de garantía. Este punto explica la necesidad de imponer altos intereses a los capitales invertidos en la consecución de unos mercados desconocidos y tan sólo especulativamente imaginados. Si bien se conocía el camino de la seda por tierra y se conocía también la redondez de la tierra, lo que permitía ir por oriente o por occidente en busca de las riquezas que ya los venecianos habían anunciado por tierra, no era nada seguro que existieran rutas posibles para llegar a ellas.
El problema de los altos intereses que se cobraban por parte de los financieros chocaba con las normas eclesiásticas sobre la prohibición de la usura; esta necesario arbitrar normas que soslayaran dicha imposición. La Iglesia tenía poderes tanto morales como terrenales para castigar y perseguir cualquier desviación de la norma. Es importante conocer los argumentos que unos y otros países fueron regulando mediante Normas, Estatutos, Leyes y demás instrumentos que permitieran llevar a cabo las empresas mercantiles en este periodo de expansión territorial y económico. La aparición de los nuevos Estados modernos confería poderes terrenales que antes, los llamados burgueses o mercaderes, no disponían. Las ventajas que estos negocios privados ofrecían a los Estados por medio de las recaudaciones fiscales se convertían en oportunidades para los poderes temporales de la Corona; lo cual animó a su desenvolvimiento y a dotar de mayor seguridad frente a las leyes de la usura.
En esta charla pretendo explicar la forma que fueron adoptando los contratos de mar, resaltando el título citado al principio: “Contrato de Cambio Marítimo”, adoptado por todos los países mediante Reglamentos específicos adoptados desde el siglo XIII hasta el siglo XIX, con sus modificaciones, pero haciéndolos efectivos es aras de un mayor desarrollo de la era mercantil emprendida.
Dado que el tema del Mercantilismo pretendo desarrollarlo a lo largo de este curso, anuncio que empezamos por los contratos, pero luego seguiremos con los temas técnicos navales, las luchas entre los países para conquistar las tierras, el comportamiento con los nativos, la competencia entre los conquistadores tanto a nivel interno de cada país como a nivel internacional por emprender la citada “Carrera de Indias” de importancia histórica para el mundo occidental europeo y para el futuro de las nuevas tierras por descubrir.
CV
Miguel Ángel Ramos Lázaro. Nacido en Salamanca en el año 1942
Titulaciones y ejercicio profesional: Aparejador y Economista.
Mi actividad ha sido totalmente práctica.
Como Aparejador he participado en empresas e instituciones Públicas para la construcción de viviendas, urbanizaciones, hospitales, museos, oficinas, oficinas bancarias y otro tipo de edificaciones. Esta actividad me relacionó durante más de 40 años con el área tecnológica, señalándome la necesidad de aplicar en paralelo las cuestiones técnicas con decisiones económicas, hasta el punto de conocer que no habría ningún tipo de tecnología si no se hacen los cálculos financieros, de costes, valoraciones y precios para llevar a buen fin cualquier proyecto, incluido el que se relacione con la investigación y la innovación.
La experiencia económica, independientemente del señalado arriba, he trabajado en la empresa CAMPSA en diversos departamentos, desde el de Administración, Informática, Presupuestos y Control de Gestión, y como Director de Desarrollo de Recursos Humanos. Participando con este cargo en la creación de Repsol. Una vez cumplido el Plan Estratégico que acababa con CAMPSA, pasé a trabajar en BANESTO como Director de Obras y Mantenimiento. Como consecuencia de la intervención de este Banco me dedique al trabajo por mi cuenta creando una Asesoría Económica, Financiera, Fiscal y Laboral, funcionando durante 25 años hasta mi jubilación.