Como continuación de la presentación realizada el mes pasado en este mismo lugar, se dedica esta charla a tratar con algún detalle mayor las figuras más destacadas del comienzo del desarrollo de la economía moderna. Si en el mes pasado pusimos los puntos iniciales de la Ilustración en España, conviene dejar constancia de aquellos personajes que hicieron posible el tránsito económico al llamado Siglo de las Luces en toda Europa.

El mundo se había hecho más grande, no sólo geográficamente sino también institucionalmente y con un enfoque de las ideas abiertas a la razón y a una convivencia adecuada a los nuevos tiempos; con un mercado de bienes y recursos liberado de las trabas que el pasado había impuesto.

Es importante reconocer que dichos cambios no surgen espontáneamente sino gracias al empuje de hombres decididos a proyectarse hacia el futuro.

            Es importante reconocer que cualquier actividad humana está realizada por “hombres y mujeres”, actuando individual o socialmente, integrados en instituciones, tanto de saber como de ejercicio del poder”. Esto es lo que me lleva a tratar de sus labores y realizaciones personales. No soy partidario del llamado “materialismo histórico” que pretende formular las leyes sociales como si se tratasen de leyes naturales. Las sociedades se llevan adelante por la iniciativa de humanos a través de su conocimiento, iniciativa y voluntad; solo esta concepción puede tenerse en cuenta a la hora de analizar los hechos y acontecimientos a través de los tiempos.

            La Ilustración española tiene unas características propias que tienen su causa en la personalidad de esos protagonistas que hicieron posible una época de reformismo ideológico y práctico en el siglo XVIII. Ya señalé que la figura del padre Feijoo fue destacada a la hora de influir sobre los cambios ideológicos españoles; pero como este foro pretende dar explicaciones económicas me centraré en aquellos economistas y políticos más destacados, que dieron un carácter propio a la Ilustración española.