Dinero: Depósitos en los bancos, créditos y solvencias bancarias
En las últimas presentaciones hemos visto tanto el comportamiento de las empresas, de la Administración Pública y de los consumidores o demandantes de bienes y servicios. Nos falta completar el circuito económico con la financiación, tanto de bienes como de factores productivos. Esa financiación se realiza a base de una valoración expresada en dinero. Aunque ya dedicamos una primera exposición de las funciones y la creación de monedas a través de la historia, nos falta completar la forma como las distintas sociedades se han comportado para la creación de ese dinero y la forma que adquiere el mismo, no como moneda, que ya lo vimos, sino como letras de cambio, préstamos bancarios, bonos empresariales y otras muy diversas. Así mismo debemos contemplar la forma en cómo influyen en toda la actividad económica.
Vídeo con la conferencia
Debemos retrotraernos a los momentos en que se hizo más patente la diversificación de las diferentes clases de dinero y eso nos lleva al origen del Mercantilismo en el siglo XV y XVI fundamentalmente. Pero el ejemplo de esa época no debe servir sólo de punto de inicio de la exposición; tendremos que trasladarnos a nuestros tiempos y ver la forma en que ha incidido el funcionamiento de los bancos para generar los ciclos económicos.
Es necesario tener siempre presente las tres funciones del dinero para saber cómo combinar las variables que introduce el sistema financiero en el cumplimiento de las necesidades económicas de consumidores, productores y Administraciones Públicas: La cantidad de dinero, depósitos, préstamos, coste del dinero, endeudamiento posible y los riesgos que asumen cada uno de los sujetos económicos. El dominio y control de cada una de las variables produce crecimientos y depresiones de la economía, que llevan a crisis de falta y exceso de numerario.
El futuro del sistema financiero se verá alterado con el tiempo, según aparecen las tecnologías informáticas y de comunicaciones digitales; este fenómeno no ha hecho más que empezar y el futuro puede cambiar radicalmente la creación de dinero, pasando a crear el dinero digital independientemente de los bancos, controlándose por grandes grupos financiero-tecnológicos que obligaran a contemplar el futuro de la misma manera que lo contemplaron los mercaderes, empresarios y ciudadanos del siglo XVI con la aparición de los banqueros. En cuanto a la función que le corresponda a las Administraciones Públicas en este proceso dependerá de cómo se configure la función del Poder en el futuro, hoy es la incógnita más importante por resolver y posiblemente estará condicionada por ese sistema financiero-tecnológico; pero esto no lo podemos tratar hoy. Simplemente quiero apuntar que ya se ha modificado el Plan General de Contabilidad con la aparición del “bitcoin”.
CV
Estudios y prácticas profesionales: Aparejador y Licenciado en Ciencias Económicas. Mi actividad ha sido totalmente práctica.
Como Aparejador he participado en empresas e instituciones Públicas para la construcción de viviendas, urbanizaciones, hospitales, museos, oficinas, oficinas bancarias y otro tipo de edificaciones. Esta actividad me relacionó durante más de 40 años con el área tecnológica, señalándome la necesidad de aplicar en paralelo las cuestiones técnicas con decisiones económicas, hasta el punto de conocer que no habría ningún tipo de tecnología si no se hacen los cálculos financieros, de costes, valoraciones y precios para llevar a buen fin cualquier proyecto, incluido el que se relacione con la investigación y la innovación.
La experiencia económica, independientemente del señalado arriba, he trabajado en la empresa CAMPSA en diversos departamentos, desde el de Administración, Informática, Presupuestos y Control de Gestión, y como Director de Desarrollo de Recursos Humanos. Participando con este cargo en la creación de Repsol. Una vez cumplido el Plan Estratégico que acababa con CAMPSA, pasé a trabajar en BANESTO como Director de Obras y Mantenimiento. Como consecuencia de la intervención de este Banco me dedique al trabajo por mi cuenta creando una Asesoría Económica, Financiera, Fiscal y Laboral, funcionando durante 25 años hasta mi jubilación.
Como he dicho otras veces, no considera la Historia (con mayúsculas) como determinista en ningún caso, lo cual lo ha aprendido de Karl R. Popper y en consecuencia no creo en el “materialismo histórico” de Marx ni en ningún autor que afirme que “la historia os juzgará”. La historia la hacemos cada uno de nosotros durante nuestra vida, como lo he comprobado en la práctica: es la iniciativa individual por progresar lo que hace que un país progrese; la historia tiene utilidad en cuanto sirve para que los humanos aprendamos de nuestros errores.