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EscoLibro 2018<\/p>\n
Ganadores del Concurso Microrrelatos Ateneo Escurialense<\/span><\/span><\/strong><\/p>\n En la ma\u00f1ana del domingo 22 de abril ha tenido lugar, dentro de EscoLibro 2018, el Concurso de Microrrelatos del Ateneo Escurialense.<\/span><\/span><\/p>\n Acudieron 16 participantes con muchas ganas y buen hacer. El jurado estuvo formado por Teresa Sanz, Soledad Gonz\u00e1lez y Ricardo Ru\u00edz de la Sierra.<\/span><\/span><\/p>\n El primer premio estaba dotado con 100\u20ac. Cada uno de los tres premiados se llev\u00f3 un lote de libros, cedidos por la librer\u00eda Azor\u00edn y Javier Santamarta.<\/span><\/span><\/p>\n Las tres obras premiadas y sus autores se presentan a continuaci\u00f3n:<\/span><\/span><\/p>\n Sin t\u00edtulo Silvia Alberdi \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/span> Hab\u00eda una vez cinco gallinas que so\u00f1aban con surcar el cielo. Envidiosas, ve\u00edan al pato, a quien consideraban m\u00e1s torpe que ellas, alzar el vuelo con insolencia, y lo que es peor,\u00a0 <\/span>posarse horas m\u00e1s tarde contando fascinantes aventuras.<\/p>\n Las gallinas pasaron semanas intent\u00e1ndolo todo;\u00a0 <\/span>agitaban las plumas torpemente,\u00a0 <\/span>se sub\u00edan unas encima de otras y hasta lograron atravesar el sembrado para aterrizar al otro lado del muro donde pasaron la noche solas y hambrientas.<\/p>\n Aquella tarde, cuando el pato se pos\u00f3 sobre el abrevadero y abri\u00f3 el pico con tono presumido, las gallinas, sin mediar palabra,\u00a0 comenzaron a lanzarle patatas mientras gritaban: \u00a1Tiro al pato!\u00a0 <\/span>\u00a0<\/span>\u00a1Dale, co\u00f1o!, gritaba otra, \u00a1Tiro al pato!.<\/p>\n Qued\u00f3 el animal tan malherido que tard\u00f3 meses en agitar las plumas y nunca, nunca m\u00e1s volvi\u00f3 a relatar haza\u00f1a alguna.<\/p>\n Esta es la historia de cinco gallinas que pensaron: \u201csi no puedo yo, no puede nadie\u201d y de un pato que hubiera estado mejor con el pico cerrado.<\/p>\n <\/span><\/span>\u00bfQu\u00e9 pasa aqu\u00ed? \u00a0<\/span><\/b><\/span>\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/span><\/b><\/p>\n Marisa Ram\u00edrez Ontalba \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/span> \u00bfQu\u00e9 co\u00f1o hago aqu\u00ed? No tengo conciencia de mi muerte, de que mi cuerpo ya no est\u00e9 entre los vivos.<\/p>\n \u00bfCu\u00e1ndo me he ausentado de la vida?<\/p>\n \u00bfQui\u00e9n me ha sacado a empujones de mi dulce hogar terrenal?<\/p>\n Las ideas que me surgen para poner coherencia en este momento, no hacen m\u00e1s que confundir mi pobre mente.<\/p>\n El coraz\u00f3n me late como una puta patata.<\/p>\n \u00bfQu\u00e9 narices ha pasado?<\/p>\n Tendr\u00e9 que aceptar que todo acab\u00f3. El tic-tac se ha terminado y no me he dado cuenta. Aprovecha tu tiempo ahora que est\u00e1s aqu\u00ed escribiendo este relato de mi ef\u00edmera existencia.<\/span>.<\/span><\/p>\n <\/span> <\/span>Amnesia temporal \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/span><\/b><\/span>\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/span><\/b><\/p>\n Francisco Lajara Heredia \u00a0\u00a0 <\/span> Mir\u00e9 la p\u00e1gina en blanco del libro, no sab\u00eda que escribir. De repente, una voz me sac\u00f3 de mi sopor.<\/p>\n -\u00a1Hans, co\u00f1o! No puedes dejar de mirar ese est\u00fapido libro tuyo ni por un momento, vamos hay trabajo que hacer.<\/p>\n Me dirig\u00ed hacia el grupo de polic\u00edas y forenses y vi al cad\u00e1ver, tirado sobre un saco de patatas mientras las gallinas daban vueltas y algunos agentes las espantaban. Sal\u00eda afuera a tomar aire y mir\u00e9 al cielo.<\/p>\n – Puedes ir a casa a descansar, Hans, me dijo mi superior.<\/p>\n Cuando llegu\u00e9 eran las nueve. Entr\u00e9 en mi despacho y abr\u00eda el caj\u00f3n con las pastillas para la cabeza cuando repar\u00e9 entonces en el falso fondo de \u00e9ste. Lo retir\u00e9 extra\u00f1ado y vi unos folios con dibujos iguales a los cortes en el cad\u00e1ver. Entonces lo comprend\u00ed, mire las pastillas y el cuchillo bajo los folios. Ya sab\u00eda que escribir.<\/p>\n \u00a0Fotos cedidas por gentileza de Miguel \u00c1ngel Santiago<\/p>\n [\/et_pb_text][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section][et_pb_section fb_built=\u00bb1″ _builder_version=\u00bb3.22″][et_pb_row column_structure=\u00bb1_3,1_3,1_3″ _builder_version=\u00bb3.25″ background_size=\u00bbinitial\u00bb background_position=\u00bbtop_left\u00bb background_repeat=\u00bbrepeat\u00bb][et_pb_column type=\u00bb1_3″ _builder_version=\u00bb3.25″ custom_padding=\u00bb|||\u00bb custom_padding__hover=\u00bb|||\u00bb][et_pb_image src=\u00bbhttps:\/\/drive.google.com\/thumbnail?sz=w1000&id=1DYJoQy1f5TSepVN0IURDXx8NwMHEWsMj\u00bb _builder_version=\u00bb4.9.2″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb][\/et_pb_image][\/et_pb_column][et_pb_column type=\u00bb1_3″ _builder_version=\u00bb3.25″ custom_padding=\u00bb|||\u00bb custom_padding__hover=\u00bb|||\u00bb][et_pb_image src=\u00bbhttps:\/\/drive.google.com\/thumbnail?sz=w1000&id=1iQr_T5Fs1sMXnY9YbCuGJXYRQUYOijX2″ _builder_version=\u00bb4.9.2″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb][\/et_pb_image][et_pb_image src=\u00bbhttps:\/\/drive.google.com\/thumbnail?sz=w1000&id=1yVBTROwfom5EPc-ongcvW6VpD0j6CK5R\u00bb _builder_version=\u00bb4.9.2″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb][\/et_pb_image][\/et_pb_column][et_pb_column type=\u00bb1_3″ _builder_version=\u00bb3.25″ custom_padding=\u00bb|||\u00bb custom_padding__hover=\u00bb|||\u00bb][et_pb_image src=\u00bbhttps:\/\/drive.google.com\/thumbnail?sz=w1000&id=1EGTQWGThFsV1xQJGiQUoTfUCjKmw0GT3″ _builder_version=\u00bb4.9.2″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb][\/et_pb_image][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" EscoLibro 2018 Ganadores del Concurso Microrrelatos Ateneo Escurialense En la ma\u00f1ana del domingo 22 de abril ha tenido lugar, dentro de EscoLibro 2018, el Concurso de Microrrelatos del Ateneo Escurialense. 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Cada uno de los tres premiados se llev\u00f3 un lote de libros, cedidos por la librer\u00eda Azor\u00edn y Javier Santamarta.<\/span><\/span><\/p> \u00a0<\/p> \u00a0<\/p> Las tres obras premiadas y sus autores se presentan a continuaci\u00f3n:<\/span><\/span>\u00a0<\/p> Sin t\u00edtulo Silvia Alberdi \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/span> Hab\u00eda una vez cinco gallinas que so\u00f1aban con surcar el cielo. 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No puedes dejar de mirar ese est\u00fapido libro tuyo ni por un momento, vamos hay trabajo que hacer.<\/p> Me dirig\u00ed hacia el grupo de polic\u00edas y forenses y vi al cad\u00e1ver, tirado sobre un saco de patatas mientras las gallinas daban vueltas y algunos agentes las espantaban. Sal\u00eda afuera a tomar aire y mir\u00e9 al cielo.<\/p> - Puedes ir a casa a descansar, Hans, me dijo mi superior.<\/p> Cuando llegu\u00e9 eran las nueve. Entr\u00e9 en mi despacho y abr\u00eda el caj\u00f3n con las pastillas para la cabeza cuando repar\u00e9 entonces en el falso fondo de \u00e9ste. Lo retir\u00e9 extra\u00f1ado y vi unos folios con dibujos iguales a los cortes en el cad\u00e1ver. Entonces lo comprend\u00ed, mire las pastillas y el cuchillo bajo los folios. 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