{"id":605,"date":"2021-02-03T13:49:56","date_gmt":"2021-02-03T12:49:56","guid":{"rendered":"https:\/\/ateneoescurialense.org\/psicologia\/?page_id=605"},"modified":"2021-02-03T13:49:59","modified_gmt":"2021-02-03T12:49:59","slug":"por-que-somos-tan-supersticiosos","status":"publish","type":"page","link":"https:\/\/ateneoescurialense.org\/psicologia\/por-que-somos-tan-supersticiosos\/","title":{"rendered":"\u00bfPor qu\u00e9 somos tan supersticiosos?"},"content":{"rendered":"

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S\u00edndrome de la caba\u00f1a, una cuesti\u00f3n personal<\/span><\/h1>\n

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Foro Psicolog\u00eda \/ IJPP<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n
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Sergio Garc\u00eda Soriano, psic\u00f3logo<\/span><\/h2>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

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Entre ver un gato negro y pasar por debajo de una escalera nos pasamos la vida tocando madera<\/strong><\/span><\/h2>\n<\/div>\n
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Si hoy se ha levantado con el pie izquierdo va a tener un d\u00eda horrible. Y si llueve y abre el paraguas antes de salir de casa, se cruza con un gato negro de camino al trabajo o derrama la sal durante la comida<\/strong>, todav\u00eda ser\u00e1 peor. Al menos eso creen los supersticiosos, que tambi\u00e9n recomiendan evitar pasar por debajo de una escalera y brindar con agua, si uno no quiere tener mal fario. Por el contrario, tocar madera o llevar un amuleto, como una herradura o un tr\u00e9bol de cuatro hojas, le ayudar\u00e1 a atraer la buena fortuna.<\/p>\n

Las supersticiones son numerosas y se extienden a lo largo y ancho del planeta. Todos los pa\u00edses tienen las suyas y algunas, incluso, han traspasado fronteras y se comparten en varios lugares del mundo. En 2017, una encuesta elaborada por la compa\u00f1\u00eda de viajes Rumbo determin\u00f3 que los espa\u00f1oles somos los europeos m\u00e1s supersticiosos \u2013un 60% reconoci\u00f3 tener supersticiones de alg\u00fan tipo<\/strong>\u2013. Pero, \u00bfde d\u00f3nde vienen estas creencias tan extravagantes?<\/p>\n

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\u00abLos humanos, en nuestros m\u00e1s de dos millones de a\u00f1os de existencia, siempre hemos intentado buscar una explicaci\u00f3n l\u00f3gica a los misterios que nos rodean. As\u00ed es como desarrollamos una mente animista<\/strong>, que nos llevaba a pensar que cuando dos hechos suced\u00edan de manera secuencial en el tiempo<\/a>, uno era la causa y el otro el efecto\u00bb, expresa el psic\u00f3logo cl\u00ednico Sergio Garc\u00eda<\/a>. De ah\u00ed que en muchas religiones antiguas se pensase que los objetos y sucesos de la naturaleza pose\u00edan alma y consciencia propia y se los relacionase con divinidades para darles explicaci\u00f3n.<\/p>\n

Con la aparici\u00f3n del pensamiento cient\u00edfico y el desarrollo del m\u00e9todo hipot\u00e9tico-deductivo<\/strong> nos dimos cuenta de nuestra equivocaci\u00f3n. Este m\u00e9todo se compone de los siguientes pasos: observaci\u00f3n del fen\u00f3meno a estudiar, creaci\u00f3n de una hip\u00f3tesis para explicar dicho fen\u00f3meno, deducci\u00f3n de las consecuencias m\u00e1s elementales de la propia hip\u00f3tesis y verificaci\u00f3n de la verdad de los enunciados deducidos, compar\u00e1ndolos con la experiencia.<\/p>\n

Legado cultural<\/span><\/h3>\n

Si, a pesar de todo, somos supersticiosos es porque \u00abacudir a la racionalidad o lo cient\u00edfico es m\u00e1s costoso, <\/strong>es decir, necesitamos m\u00e1s elementos argumentativos para poder decidir sobre las cuestiones que estamos observando. Por el contrario, las supersticiones son argumentos superficiales que nos permiten sentir que tenemos el control de lo que nos rodea<\/strong> a trav\u00e9s de una lectura de la realidad que, aunque es una f\u00e1bula, nos aporta seguridad\u00bb, explica el psic\u00f3logo. Es decir, es mucho m\u00e1s f\u00e1cil pensar que me ha ido mal el d\u00eda porque me he levantado con el pie izquierdo que pararme a analizar y verificar detalladamente todos los sucesos y acciones que han determinado mis desgracias a lo largo de esas 24 horas.<\/p>\n

Bien es cierto que los humanos tambi\u00e9n tendemos a la disonancia cognitiva.<\/strong> \u00abCuando paso por debajo de una escalera y me sucede algo malo, tiendo a pensar que ha sido por eso, pero si paso por debajo de una escalera y mi d\u00eda es perfecto, se me olvida que pas\u00e9 por debajo de una escalera. Es decir, ponemos el foco en la superstici\u00f3n dependiendo del resultado final\u00bb,<\/strong> se\u00f1ala Garc\u00eda.<\/p>\n

Para bien o para mal, no est\u00e1 cient\u00edficamente comprobado que los gatos negros, o determinados objetos y acciones, tengan la capacidad de atraer o ahuyentar la suerte. Es m\u00e1s, muchos de nosotros tocamos madera o cruzamos los dedos para tener suerte m\u00e1s porque hemos recibido esa herencia cultural que porque realmente pensemos que va a tener un efecto en nuestras vidas.<\/p>\n

As\u00ed pues, las supersticiones, si no condicionan de manera grave nuestra vida, no tienen ning\u00fan tipo de consecuencia negativa <\/strong>y, en muchos casos, son motivo hasta de humor. Cuando su repercusi\u00f3n es mayor y provoca una obsesi\u00f3n o nos paraliza puede desembocar en un trastorno obsesivo compulsivo<\/a> (TOC) o una fobia<\/a>, pero no es lo com\u00fan.<\/p>\n

\u00abLas fobias y los TOC son trastornos cercanos a la superstici\u00f3n, pero una superstici\u00f3n no tiene por qu\u00e9 ser el germen de un trastorno,<\/strong> tambi\u00e9n puede ser algo divertido, porque forma parte de la cultura de una sociedad. Las personas nos movemos por las creencias y por la fe. El ser humano no es cient\u00edfico por naturaleza y, para controlarlo todo, se apoya en las supersticiones y en estos amuletos o remedios caseros, como lanzar un pellizco de la sal que has derramado por encima del hombro izquierdo, porque nos hacen sentirnos m\u00e1s tranquilos y seguros\u00bb, dice Garc\u00eda.<\/p>\n

El especialista destaca que estas creencias son m\u00e1s frecuentes y juegan un papel mucho mayor en las civilizaciones menos desarrolladas.<\/strong><\/p>\n

Supersticiones negativas<\/span><\/div>\n
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Ver un gato negro<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Durante la Edad Media se extendi\u00f3 la creencia de que las brujas se convert\u00edan en gatos negros por la noche <\/strong>y, como a estas se las relacionaba con el diablo, cruzarse con uno era motivo de desgracias. Puede que la superstici\u00f3n influya a la hora de adoptarlos<\/a>, pues desde la Fundaci\u00f3n Affinity sostienen que los gatos negros se adoptan menos que los de pelaje m\u00e1s claro. En Gran Breta\u00f1a, sin embargo, es sin\u00f3nimo de buena suerte e incluso celebran el D\u00eda del Gato Negro cada 27 de octubre.<\/p>\n

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Derramar la sal<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

La sal, por su uso para la conservaci\u00f3n de alimentos, fue siempre s\u00edmbolo de incorruptibilidad <\/strong>y, por tanto, de las relaciones que perduran. Por ello, muchos consideran desafortunado derramarla. Para remediarlo, la tradici\u00f3n recomienda coger un pellizco de la sal derramada y arrojarlo a nuestra espalda por encima del hombro izquierdo. De lo contrario, nos arriesgamos a sufrir enga\u00f1os y decepciones en nuestras relaciones personales.<\/p>\n

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Abrir un paraguas bajo techo<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Los reyes de algunas civilizaciones antiguas usaban sombrillas para protegerse de los rayos del sol. El sol era un s\u00edmbolo divino, por lo que cuando alguien abr\u00eda el ‘paraguas’ en un lugar sin sol se consideraba un sacrilegio. <\/strong>Sin embargo, la explicaci\u00f3n m\u00e1s l\u00f3gica es que los primeros paraguas ten\u00edan los resortes tan duros que se hac\u00eda muy dif\u00edcil abrirlos y, a menudo, alguien resultaba herido al abrirlo dentro de casa.<\/p>\n

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Pasar por debajo de una escalera<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Una hip\u00f3tesis tiene que ver con la condici\u00f3n sagrada y m\u00edstica que se le otorga al tri\u00e1ngulo<\/strong> en la Biblia (el ojo de Dios o la Sant\u00edsima Trinidad). Esta es, precisamente, la figura geom\u00e9trica que forma una escalera apoyada en una pared<\/strong>, por lo que se consideraba sacrilegio atravesar ese tri\u00e1ngulo sagrado. Tambi\u00e9n era com\u00fan dibujar a Lucifer bajo la escalera que usaban en el descenso del cuerpo de Cristo.<\/p>\n

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Martes 13<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

El martes se relaciona con el dios romano ‘Marte’, que simboliza la guerra y la destrucci\u00f3n.<\/strong> Por su parte, el 13 es el cap\u00edtulo del Apocalipsis de la Biblia,<\/strong> correspondiente al anticristo. Entre los dos forman un binomio tradicionalmente temido, incluso del que se hace eco el refranero espa\u00f1ol: \u00abEn trece y martes ni te cases ni te embarques\u00bb. En la cultura anglosajona el d\u00eda de la mala suerte es el viernes 13.<\/p>\n

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Brindar con agua<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Una de las teor\u00edas m\u00e1s aceptadas sobre el origen de esta superstici\u00f3n es que, en Rusia, si el zar levantaba la copa con vino por alguno de los comensales, este recib\u00eda elogios y felicitaciones<\/strong>. Sin embargo, si la copa del zar conten\u00eda agua, la persona no recib\u00eda con tanta alegr\u00eda el brindis. El receptor del mismo se levantaba en silencio, abandonaba la estancia y al poco tiempo se o\u00eda un disparo.<\/p>\n

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Levantarse con el pie izquierdo<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Hist\u00f3ricamente, diversas culturas han compartido la discriminaci\u00f3n por las personas zurdas<\/strong>, mientras que la derecha siempre se ha asociado a lo bueno. Los santos se sentar\u00e1n a la derecha de Dios, dice la Biblia, el sol gira hacia la derecha… Incluso en t\u00e9rminos ling\u00fc\u00edsticos, la izquierda se denominaba ‘sinester’ en lat\u00edn, que significa siniestro.<\/p>\n

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Romper un espejo<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Se dice que romper un espejo acarrea siete a\u00f1os de mala suerte. Su origen parte del siglo XV, momento en que se fabrican los primeros espejos, muy caros por entonces, al llevar a\u00f1adida una l\u00e1mina de plata. Romper uno, por un criado, significaba muchos a\u00f1os pag\u00e1ndolo de su salario<\/strong>. El siete es un n\u00famero muy arraigado en la cultura universal y ya Pit\u00e1goras lo consideraba el n\u00famero perfecto.<\/p>\n

Supersticiones positivas<\/span><\/div>\n
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Cruzar los dedos<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

En la antig\u00fcedad, se cre\u00eda que cruzar los dedos alejaba a los malos esp\u00edritus. Tambi\u00e9n se cruzaban los dedos con los de otra persona, <\/strong>formando una cruz, para pedir un deseo conjuntamente, generalmente el de tener buena suerte. Hoy en d\u00eda se utiliza, adem\u00e1s de para atraer a la buena suerte y que nos salgan las cosas bien o que nuestros deseos se cumplan, cuando incumpliremos lo que juramos.<\/p>\n

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Tocar madera<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Tiene dos posibles or\u00edgenes. Una tiene relaci\u00f3n con el cristianismo. Los seguidores de Jes\u00fas consideraban que si tocaban la madera de la cruz en la que fue crucificado se les conceder\u00edan deseos o se producir\u00edan milagros. <\/strong>La otra procede de la cultura celta, que sosten\u00eda que los arboles pose\u00edan un valor de amuletos de la suerte, ya que se cre\u00eda que en ellos habitaban ciertos esp\u00edritus y dioses.<\/p>\n

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Soplar una pesta\u00f1a<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

En la Edad Media se cre\u00eda que el Diablo coleccionaba pesta\u00f1as<\/strong>. Su ca\u00edda se consideraba de mal augurio y, para evitarlo, hab\u00eda que poner la pesta\u00f1a en el dorso de la mano y arrojarla por encima del hombro izquierdo, o bien ponerla sobre la punta de la nariz y soplarla. Hoy ya nadie recuerda al Diablo, pero permanece el soplar la pesta\u00f1a ca\u00edda y pedir un deseo para atraer a la buena suerte.<\/p>\n

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Llevar una herradura<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Aunque ya era considerada m\u00e1gica<\/a> en la \u00e9poca de Grecia y Roma, la leyenda m\u00e1s conocida es la del monje San Dunstan de Canterbury<\/strong>, le coloc\u00f3 unas herraduras al diablo y le dijo que no se las quitar\u00eda hasta que prometiera que jam\u00e1s har\u00eda da\u00f1o a alguien que las llevara. Dependiendo de la parte de Europa, para que la herradura d\u00e9 buena suerte \u00e9sta debe colocarse con las puntas hacia arriba o hacia abajo.<\/p>\n

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Pisar una caca<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Las heces se han utilizado como remedios contra enfermedades y como abono para la tierra, por tanto, pisar una de ellas simboliza acercarse a algo que dar\u00e1 buenos frutos.<\/strong> Sin embargo, en algunos pa\u00edses, como Francia, diferencian y consideran que solo trae suerte si se pisa con el pie izquierdo.<\/p>\n

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Soplar todas las velas<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

En la Alemania de la Edad Media se inici\u00f3 la costumbre de poner velas en los pasteles de cumplea\u00f1os<\/a>. Se colocaba siempre una m\u00e1s que los a\u00f1os cumplidos <\/strong>y esta \u00faltima simbolizaba la prosperidad del nuevo a\u00f1o y era la que, obligatoriamente, hab\u00eda que apagar soplando para obtener la buena suerte.<\/p>\n

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Encontrar un tr\u00e9bol de cuatro hojas<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Ya era considerado un s\u00edmbolo de buena suerte por los druidas brit\u00e1nicos hace 2.500 a\u00f1os, pues consideraban que les permitir\u00eda ver a los demonios. Cada hoja representa una faceta de la felicidad<\/strong>: amor, salud, riqueza y fama.<\/p>\n

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Tirar monedas a una fuente<\/h3>\n<\/div>\n<\/div>\n

Antiguamente se arrojaban alfileres o piedras a un pozo para saber si un hecho se cumplir\u00eda o no. Si, al caer, sal\u00edan burbujas, se cumplir\u00eda<\/strong>. Ahora se usan monedas<\/a>, pero solo para pedir deseos, independientemente de si salen burbujas o no.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

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