EscoLibro 2017

Del 18 al 23 de abril de 2017

Escolibro 2017, la II Semana Internacional del Libro de San Lorenzo de El Escorial, presenta una nueva cita con las figuras literarias del momento

Del martes 18 al domingo 23 de abril tendrá lugar Escolibro 2017, la II Semana Internacional del Libro de San Lorenzo de El Escorial, que en esta edición pasa a celebrarse coincidiendo con el Día del Libro y viene caracterizada por la variedad de propuestas literarias que en ella se van a presentar. El  evento está organizado por el Ayuntamiento en colaboración con el Ateneo Escurialense y El Eco de la Sierra, y pretende convertir el municipio en la capital serrana de la letras durante unos días, convocando a las figuras literarias internacionales del momento en mesas redondas, presentaciones de obra, lectura de poemas, proyecciones y música.

Escolibro será inaugurado el martes 18 por el popular bloguero y youtuber Javier Ruescas que nos hablará de sus obras más recientes.

El miércoles 19, el sanlorentino Juan Ignacio Cuesta presentará su último libro Lugares a evitar cuando cae la noche, Premio Enigmas 2016, acompañado por Jesús Callejo Cabo, quien traerá su obra La España fabulosa, leyendas que dejan huella.      

El jueves 20 está programada la presentación de la novela de Eulalia Gázquez Punto de Fuga y una mesa redonda en torno a la Literatura del Titanic, en la que participarán Nacho Montero, Javier Reyero y José Tono.

La intensa jornada del viernes 21 comenzará a las 18:00 horas con la presentación de  Luces que parpadean,  de Juan Manuel Sánchez Moreno y El manipulador de sueños,  de Eduardo Sánchez Aznar. Después, a partir de las 19:30 horas, el espectáculo Poesía es nombre de mujer, presentado por Victoria Ash, Irene  G.  Punto  y  Loreto Sesma,  acompañadas por María Blanco y Diana Zahé.

La mañana de sábado 22 comienza con la poesía de Gaía Danese. Hacemos un paréntesis para volver a la prosa, con Inocencio Arias,  quien presentará su libro de memorias Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones, en un acto presentado por la escritora y jefa de estudios de la Escuela Diplomática de Madrid, Helena Cosano.    La tarde vuelve a ser de la poesía, con Chelo de la Torre, quien presentará su libro de poemas  Ángulos; Rafael Pérez Castells, con 108 senryü, en compañía de Sebastián Fiorilli, autor de las animaciones que se proyectarán en ese mismo acto. Como broche de la tarde contaremos con la presencia de Jesús Urceloy recitando poemas de sus últimos trabajos.

El domingo 23, a las 11:30 horas se celebrará en el salón de actos de la Casa de Cultura el I Concurso de Microrrelatos rápidos Ateneo Escurialense, un concurso literario en el que los participantes tendrán que escribir un microrrelato en treinta minutos, con una serie de condicionantes que se conocerán en ese momento. El concurso está dotado con un primer premio de cien euros y libros para los finalistas.

A las 12:00 horas Escolibro rendirá un homenaje a Gloria Fuertes en el centenario de su nacimiento, con la actuación de dos cantautores Moncho Otero y Rafa Mora, que han musicalizado poemas de la escritora. Por su parte, los poetas Giovanna Benedetti, Julio Castello, Consuelo de la Torre, José Ruiz Guirado, Sergio Garcia Soriano y Chema Gómez Hontoria leerán algunos de los poemas de Gloria Fuertes.Al finalizar el homenaje se entregarán los premios del concurso de microrrelatos.

En los documentos adjuntos se pueden obtener:

o Cartel del evento

o Díptico con todas las actividades

o Bases del concurso de Microrrelato

Concurso Microrrelatos

Ganadores del Concurso Microrrelatos Ateneo Escurialense

En la mañana del domingo 23 de abril ha tenido lugar, dentro de EscoLibro 2017, el Concurso de Microrrelatos Ateneo Escurialense.
Acudieron una veintena de escritores con muchas ganas y buen hacer, a juicio del jurado, formado por Xuan Folguera, Giovanna Benedetti y Sergio Garcia.

Las tres obras premiadas y sus autores se presentan a continuación

Impotencia

Esther Rodríguez Caballero
Primer premio

El Grito de Munch estaba enamorado de la orquídea del salón. Desde la pared, sufría en silencio la angustia ante su indiferencia. Él no era mucho de hacer el payaso, así que no podría conquistarla con humor. Pero tampoco podría escribirle Cartas de amor. ¡Tenía las manos irremediablemente fundidas al rostro! Esto le impedía también, poder agarrar la pistola que estaba junto a la orquídea y acabar con todo sufrimiento a la manera romántica. Él era sin remedio expresionista. Admiraba la manzana-rostro de Magritte, con su elegante bombín y su serena eternidad. Su angustia, en cambio, no tendría fin.

Un día estalló. Reunió todas sus fuerzas y lanzó su grito de amor desesperado hacia su amada. La orquídea ni se inmutó. Se ve que hubiese preferido algo más realista.

La cita          

Mercedes Llanos Vallejo
Segundo Premio

En la Lonja de San Lorenzo de El Escorial, dos hombres de mediana edad, perfectamente vestidos para la ocasión, pistola en mano se apuntaban sin temblor alguno hacia la manzana que cada uno sostenía sobre su cabeza.

Días antes, ambos habían recibido una carta certificada indicándoles día y hora de la cita.

Solo uno de ellos podría sobrevivir, dado que de morir los dos, Julia se quedaría confinada a un destierro infinito. Los quería a los dos con tanta intensidad que no era capaz de elegir a cuál de ellos le deseaba la muerte.

Las campanadas comenzaron a sonar. Empezaba la cuenta atrás. Los dos payasos enfrentados cerraban ligeramente uno de sus ojos para no errar su puntería.

Una última campanada y acabaría todo. ¡Uno, dos, tres, al escondite inglés, sin mover los pies!. Julia se desplomó sobre el frío granito. No había manzana que rodara, pero acababa de morir por dos disparos al corazón.

La entrevista         

Ángel Luis Domínguez Martín
Tercer premio

Una comunicación intrigante a través de un mensaje de wasap, nada de cartas clásicas por correo ordinario. John tendría que acercarse a una dirección para la entrevista, a una hora intempestiva por su nocturnidad. Ante él, un palacete mal conservado, con siglos y telarañas. Sus nervios le hacían voltear su fetiche, una manzana que guardaba en el bolsillo. Subió a la entreplanta indicada y golpeó la aldaba sin mucha convicción. Pasaron los minutos sin recibir contestación. Cuando ya se marchaba, los goznes dejaron escapar un chirrido y la puerta comenzó a abrirse invitándole a entrar. Sin mucho convencimiento, penetró en una estancia mayúscula, en una cierta penumbra. Por toda decoración, un cuadro mostraba un payaso fluorescente y en una mesita baja había una pistola. No había nadie y la puerta se cerró como por arte de magia. Una voz de ultratumba le indicó: ¡Tome la pistola y siga!