Para orientar a los asistentes a la Mesa redonda del 12 de mayo, facilitamos la siguiente reseña.
LOS EPISODIOS NACIONALES, de Benito Pérez Galdós (1843-1920).
La 1ª Serie de los Episodios Nacionales, cuyo Libro III vamos a repensar, es la que más emoción y simpatía despierta. Y la causa de esta simpatía y emoción debe achacarse a la época en que se desarrolla, el Madrid de Carlos IV y de Fernando VII. Nos acordamos enseguida de la luz, del colorido y del gozo de los pinceles de Goya; y también del donaire, del garbo, de la picardía de los últimos sainetes de D. Ramón de la Cruz; y de las manolas y los majos, de los juegos de aquellos petimetres y damiselas en los viejos jardines madrileños, de las romerías, de las escenas de jolgorios para los tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara. Nos acordamos de las duquesas majas y de los duques con planta de toreros; de los abates cascarrabias, volterianos y tomadores de rapé; y de personas de la calle, a las que se supone un bajo nivel cultural, en cuya boca pone Galdós juicios de valor, sorprendentes por su sensatez, sobre lo que ocurre en la Corte y la trascendencia que tendrá para sus vidas.
La época nos la han hecho muy atractiva literatos y pintores. Galdós acertó a recogerla en toda su verdad de color y garbo, y nos habla de unas casas y de unas calles, y de un cielo, y de unas músicas, y de unas emociones que indudablemente son de la época.
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